jueves, agosto 14, 2008

Plan Ceibal: Uruguay en la vanguardia de nuevo

El gobierno de Uruguay entregó el martes último las primeras 100.000 computadoras del Plan Ceibal, por el cual procura entregar una computadora a cada uno de los niños más pobres de Uruguay, los que viven en lugares remotos y aislados, como reza el principio del movimiento marco internacional One Laptop Per Child (OLPC).

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Me parece que la jugada que hizo el gobierno de Tabaré Vázquez con el Plan Ceibal es la más importante y revolucionaria de todo su período de gobierno. Es cierto que reformó el sistema impositivo y el sistema de salud, pero reformas hacen todos los gobiernos. La ejecución de los principios OLPC, en cambio, es una ejecución revolucionaria, decidida y que se ve en la práctica del día a día.

Como a principios del siglo XX, Uruguay se vuelve a ubicar en la privilegiada y prestigiosa posición de ser la vanguardia de América Latina. Cuando comenzó el 1900, Uruguay fue el país más adelantado del continente en materia de separación del Estado y la Iglesia, en legislación civil (fue el país número 6 en el mundo y el número 1 en América en establecer el derecho al sufragio femenino), en legislación social (el aborto, por ejemplo, estuvo permitido entre 1934 y 1938), en derecho laboral (el primer país de América en instaurar la Ley de las 8 horas o la Ley de la Silla), todo esto bajo los principios del batllismo.

Pero ojo, que no se confunda: Uruguay no es la maravilla del mundo, y las cosas no surgen porque sí. Simplemente, por ciertas características que tuvo en su momento, y por otras características que tiene ahora, en Uruguay se dan las condiciones que permiten realizar cosas que en otros países sería casi imposible. Y el Plan Ceibal, creo, es el mejor ejemplo: las condiciones demográficas son las que permiten, si se quisiera, llegar al 100% de los niños uruguayos. Por lo que entendí, la idea es llegar solamente a aquellos con menos oportunidades, a aquellos 300.000 que de no ser por el Estado (¡vaya declaración de principios!) tal vez nunca llegarían a tocar una computadora. Si Uruguay, con 3 millones de habitantes, necesita llegar a 300.000 niños, ¿cuántos deberían ser atendidos en Argentina, por ejemplo, con 40 millones de habitantes, o en Brasil, con 170 millones; ambos países donde, además, las desigualdades son mayores? ¿Cuánto costaría un Plan Ceibal argentino o brasileño? ¿Y la logística, en países con territorios decenas de veces más grandes que el de Uruguay? No digo que sea imposible, pero las chances de que se llegue al objetivo dentro de un plazo relativamente corto (dos años), y sin grandes interrupciones generadas por la corrupción que negocios como éste suelen tentar, es mucho más factible en Uruguay, donde todo es mucho más manejable, más a "escala humana".

En definitiva, la historia vuelve a colocar a Uruguay en un sitial de privilegio dentro del Tercer Mundo. Ojalá que se llegue a completar el programa y el 100% de los chicos uruguayos tengan acceso a una computadora.

Costos del Plan Ceibal

Las computadoras de OLPC:



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