viernes, diciembre 15, 2006

Una pieza fundamental en el catálogo del coleccionista pictórico

Uruguay: Río de los pájaros pintados. Si tuviera a mano el diccionario Español-Charrúa-Español, le agregaría el equivalente de "ísimos" al adjetivo. (Quiero decir, a la segunda mitad del adjetivo, porque, en este caso, "pájaros pintados" vendría a oficiar de adjetivo de "río". No, no es que me quiera hacer el fenómeno que da clases de lengua española. Pero sí, pero no.)

Además de ser brechtiana y pirandellamente perfecta, la telenovela argentina "Sos mi vida" es una Biblia, una fuente inagotable de conocimiento que, en el caso que voy a pasar a contar, no sólo confirmó un dato que yo -y cuántos más- ya sabía, sino que lo situó en una nueva dimensión. Digamos que "Sos mi vida" dictó cátedra. Nada volverá a ser como antes. Hubo un antes y un después del capítulo de hoy, jueves 14 de diciembre de 2006. La lejanía de Uruguay respecto de TODO quedó definitivamente estacionada, marcada, encuadrada y envuelta para regalo al planeta que la Nasa acaba de descubrir en la frontera del Sistema Solar y al que bautizó "La Concha de la Lora".

Jerónimo, al parecer ex novio de una de las hijas adoptadas por Martín (Facundo Arana, es sabido), volvió súbitamente de Uruguay. Se encuentran en la calle cuando el amigo del hermano de ella la está por besar, y ella le pregunta: "¿Pero vos no estabas en Uruguay?".
Hasta ahí todo bien. Se inserta, como en tantas otros episodios de la televisión argentina, este "bendito país". Uruguay, ¿quién no conoce Uruguay? Punta del Este, Colonia, Enzo…

Pero la escena estaba a sólo escasos segundos del escándalo, la debacle. Cuando Constanza, madre adoptiva de esta chica los pilla besándose (con Jerónimo), le pregunta: "¿Vos no estabas en Paraguay?". Jerónimo lanza un suspiro, y como si estuviera intentando imitar la cara de Ontono en la playa de Tel Aviv luego de haber sido consultado 4.555.999.652.001 veces sobre su origen, lanza un suspiro, baja la cabeza, dice "cansado" con sus ojos y verbaliza en bajo tono de voz: "En Uruguay, señora".

La situación era un poco graciosa, y hasta tolerable y comprensible, si se tiene en cuenta el papel de "estúpida II" que, tras Deby, ejerce Connie. Pero pasados otros pocos segundos (¡sí, sí, señores, todo esto en un mismo bloque!), vemos al hermano de la chica hablando con su fracasado pretendiente. "¿Cómo te fue con mi hermana?", comienza la charla, hasta que en un momento el hermano llama la atención: "¿Pero ese tipo no estaba en Colombia… Uruguay?" (¡!). ¿¡Colombia… Uruguay!? Disculpen el abuso de signos, pero es que no conozco otra forma de traducir a word la carita del msn con los ojitos bien abiertos. Quiero aclarar que el tipo se "corrigió": los puntos suspensivos son una traducción de este narrados al "quiero decir" que se le pasó por la cabeza al personaje. Confíen en mí: lo dijo en ese tono. Lo aclaro para que no interpreten que quiso referirse a algún pueblo uruguayo denominado Colombia.

Detalles de interpretación al margen, todo disparó en mí una convulsión de pensamientos, pero uno estaba subrayado con marcador fluorescente rosado: "¡Hasta para los argentinos ya somos un país exótico!". ¿Si no eran los argentinos, quiénes, en la "comunidad internacional", podían conocernos? ¿Quiénes podrían atestiguar de nuestra presencia en el censo internacional de países? ¡¿Quiénes?! ¡Por favor! ¿Cómo pueden abandonarnos así? Fue como si mi hermano hubiera sufrido un ataque de amnesia repentina, como si Maradona hubiera que él, en realidad, se destacó en básquetbol gracias a que usó calzoncillos rojos.

No faltarán los pseudointelectualoides de siempre que atribuirán estas escenas a un guiño del director de la telenovela, quien, según esta teoría conspirativa, habría tomado partido en el megaconflicto de "las papeleras". Por el momento, pienso que esa teoría no es correcta. Que, en realidad, no somos tan importantes como para que el tipo se haya tomado el trabajo de tirar línea de interpretación cual si se tratara de una obra de Brecht (¡vaya paradoja!), sino que somos tan importantes como para no existir, para no existir en la telenovela cuya protagonista femenina es esa gran actriz uruguaya que se llama Natalia Oreiro (¡!).

Uruguay: Río de los pájaros pintadísimos.