Entre los académicos dedicados a la investigación del cine existe cierta percepción de que la tecnología digital está acercando a la gente común la posibilidad de hacer películas. La famosa "democratización" tiene también cierta aceptación fuera de las aulas. Personalmente, estoy bastante de acuerdo con esa percepción, pero aquí traigo a colación esta noticia para que veamos la otra cara de la moneda.
Muchas productoras independientes británicas han quebrado, y el espacio para la producción independiente en el Reino Unido parece haberse encogido. ¿Los motivos? Básicamente dos: la crisis financiera mundial y el impacto de la tecnología digital.
La cuestión de la crisis financiera es fácilmente entendible: hay menos voluntad de los inversores de arriesgar sus recursos, los cuales van a parar, concentrados, a un puñado de películas que aseguran buenos retornos. Esto deja, claro, menos dinero para producciones más "arriesgadas" y posiblemente no tan lucrativas.
Pero lo digital como causa de la crisis para los indies, ¿cómo se entiende? Según el director ejecutivo del UK Film Council, John Woodward, "la deuda que, esencialmente, financia sus films es más difícil de asegurar... y la transición hacia lo digital ha conducido a un aumento de la piratería; así que hay una verdadera deformación de la recaudación de capital".
Ahí lo tienen. Uno no puede estar en contra de la mal llamada "piratería" (más bien la aliento), pero sí, es posible que las descargas generen problemas a las productoras independientes. Recordar las dos palabras: productoras + independientes. Sí, son independientes; pero también son productoras. No son las personas comunes a las que me refería en el primer párrafo. Sí, tienen un interés por la calidad y por lo artístico más fuerte que los grandes estudios estadounidenses, pero siguen siendo empresas con fines de lucro.
Quienes disfrutamos del cine independiente tenemos motivos para entristecernos por esta noticia. Pero por otro lado, si lo que nos interesa es el arte de verdad, todavía tenemos esperanzas de que se hará aquella obra maestra de autor anónimo con una camarita digital... y de que ésta llegará a nuestras manos por una de las múltiples vías alternativas de distribución, probablemente online.
Muchas productoras independientes británicas han quebrado, y el espacio para la producción independiente en el Reino Unido parece haberse encogido. ¿Los motivos? Básicamente dos: la crisis financiera mundial y el impacto de la tecnología digital.
La cuestión de la crisis financiera es fácilmente entendible: hay menos voluntad de los inversores de arriesgar sus recursos, los cuales van a parar, concentrados, a un puñado de películas que aseguran buenos retornos. Esto deja, claro, menos dinero para producciones más "arriesgadas" y posiblemente no tan lucrativas.
Pero lo digital como causa de la crisis para los indies, ¿cómo se entiende? Según el director ejecutivo del UK Film Council, John Woodward, "la deuda que, esencialmente, financia sus films es más difícil de asegurar... y la transición hacia lo digital ha conducido a un aumento de la piratería; así que hay una verdadera deformación de la recaudación de capital".
Ahí lo tienen. Uno no puede estar en contra de la mal llamada "piratería" (más bien la aliento), pero sí, es posible que las descargas generen problemas a las productoras independientes. Recordar las dos palabras: productoras + independientes. Sí, son independientes; pero también son productoras. No son las personas comunes a las que me refería en el primer párrafo. Sí, tienen un interés por la calidad y por lo artístico más fuerte que los grandes estudios estadounidenses, pero siguen siendo empresas con fines de lucro.
Quienes disfrutamos del cine independiente tenemos motivos para entristecernos por esta noticia. Pero por otro lado, si lo que nos interesa es el arte de verdad, todavía tenemos esperanzas de que se hará aquella obra maestra de autor anónimo con una camarita digital... y de que ésta llegará a nuestras manos por una de las múltiples vías alternativas de distribución, probablemente online.
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