Todo se trata de la exactitud. Cuando escribo una monografía debo encontrar la exactitud de los conceptos. Cuando debato busco el argumento exacto. Cuando pido un plato quiero que tenga el sabor exacto que deseo en ese preciso momento. Cuando conduzco quiero que me den instrucciones exactas del camino. Exactas. Y cuando hago el amor, quiero que sea perfecto, o... exacto. Todo es exactitud.
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