Cuando comencé a escribir este post, lo hice pensando en la palabra "coleccionistas", pero un poco de investigación sobre el tema me hizo cambiar el enfoque: no se trata de coleccionismo sino de personalización.
¿De qué estoy hablando? Estoy hablando de un mundo totalmente nuevo para mí, el mundo de las Ball Jointed Dolls, o BJD. Llegué a este mundo gracias a un artículo de Tahiel. Si hacen clic en el link, verán el artículo del que hablo, pero si una vez dentro del artículo dan clic a su nombre, verán otros artículos que escribió vinculados al tema.
Fuente de la foto
En algunos puntos, la obsesión de ciertas personas respecto al cuidado de sus BJD y la pasión que le ponen al asunto, me parece un tanto ridículo. ¿Pero quién soy yo para juzgar? A primera vista, parece un mundo fascinante, porque no se trata de muñecas así nomás, sino de algo que está más cerca del arte que del mercantilismo -que, empero, está presente-.
Por otra parte, esta pasión de los fanáticos por este tipo de muñecos no hace más que reflejar la eterna necesidad del ser humano de crear mundos paralelos o mundos fantásticos. Una necesidad que viene desde la infancia y que le exige poseer un mundo que pueda controlar, en oposición al mundo "real", cuyo control está fuera de su alcance.
En definitiva, quiero agradecer a Tahiel por introducirme, siquiera de manera teórica, en este interesante mundo de las BJD.
¿De qué estoy hablando? Estoy hablando de un mundo totalmente nuevo para mí, el mundo de las Ball Jointed Dolls, o BJD. Llegué a este mundo gracias a un artículo de Tahiel. Si hacen clic en el link, verán el artículo del que hablo, pero si una vez dentro del artículo dan clic a su nombre, verán otros artículos que escribió vinculados al tema.
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En algunos puntos, la obsesión de ciertas personas respecto al cuidado de sus BJD y la pasión que le ponen al asunto, me parece un tanto ridículo. ¿Pero quién soy yo para juzgar? A primera vista, parece un mundo fascinante, porque no se trata de muñecas así nomás, sino de algo que está más cerca del arte que del mercantilismo -que, empero, está presente-.
Por otra parte, esta pasión de los fanáticos por este tipo de muñecos no hace más que reflejar la eterna necesidad del ser humano de crear mundos paralelos o mundos fantásticos. Una necesidad que viene desde la infancia y que le exige poseer un mundo que pueda controlar, en oposición al mundo "real", cuyo control está fuera de su alcance.
En definitiva, quiero agradecer a Tahiel por introducirme, siquiera de manera teórica, en este interesante mundo de las BJD.
4 comentarios:
Me alegra haberte inspirado esta nota, y dado a conocer aunque más no sea un poquito el mundo de las BJD.
Te comento un poco, como coleccionista de estas muñecas, es muy cierto que para aquellos fuera del hobby les puede parecer algo ridículo en ciertas ocasiones, y soy la primera en admitir que como en muchos otros hobbies, tenemos aquella gente un tanto rarita que nos dan aún peor fama.
Sin embargo el coleccionismo de estas muñecas no es tan diferente de digamos alguien que coleccione motos, autos, figuras de acción, libros antiguos, etc.
El precio que llevan es la causa de los cuidados, y la pasión dada no es diferente de alguien que digamos- cuide la pintura de su auto, o lo customize con sonido, luces, e incluso motores más rápidos.
Pero tienes mucha razón al decir que es un mundo mas profundo, y muy afianzado al arte sin duda, dado el nivel de customización que uno le puede realizar a estas muñecas.
En fin, tu artículo ha sido muy interesante, y si tienes un interés más profundo en el tema te invito a pasar por nuestro foro para informarte aún más.
Tengo claro que el coleccionismo de BJD no sea diferente del coleccionismo de otras cosas. Pasa que toda forma de coleccionismo, en general, me parece una forma de obsesión, ¿no?
De todas formas, no juzgo y admiro a la gente que puede tener pasión por una cosa, de manera tan profunda, y concentrarse en eso. A mí me pasa que me interesan tantas cosas que nunca termino profundizando demasiado.
Y gracias por la invitación, pero me parece que me voy a quedar en el zaguán, si no te lo tomás a mal.
Estoy de acuerdo, es una forma de obsesión. Y no hay problema por lo de la invitación. No veo por qué he de tomármelo a mal. :)
Yo misma he pasado por varias colecciones antes de llegar a esta, tengo intereses bastante variados. Supongo que o bien es cuestión de encontrar la cosa que a uno más le apasione o simplemente aprender a mantener todos los intereses en orden.
De todas formas, me alegra saber que mis notas llegaron a la gente. :)
Sí, el asunto es que yo no pasé por ninguna colección... simplemente me interesan muchas cosas, pero no me interesa demasiado la cuestión esa de coleccionar cosas (salvo libros, eso sí).
Y sí, tus artículos llegan a la gente (internet, ¿vio?)
Saludos
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